Sí, así es. El proyecto Aeria Gloris ha vuelto. Y esta vez el tren solo tiene una parada programada. Salir a la luz.
Tengo que reconocer que hacía ya unos años que había perdido casi cualquier esperanza de poder sacar el juego. Principalmente, por la imposibilidad de encontrar ilustradores que quisiesen acompañarme en este camino, largo y duro que prometía pocos o ningún beneficio. Pues tengo que reconocer, que actualmente desconozco el estado del mercado de los juegos de rol de mesa. Pero, si la cosa no ha cambiado mucho, editar un juego de rol es más un acto de fe que una inversión empresarial.
Pero, la suerte esta vez se ha decantado en mi favor, y gracias al hado de las tecnologías, a mis manos ha llegado una de las mejores y más maravillosas herramientas que la informática ha desarrollado en estos años de principio del siglo XXI, la inteligencia artificial.
Y es que, gracias a un gran amigo, que por casualidad me presentó una noticia en la que se descubría el uso indebido de la IA, me dio la idea. ¿Sería posible utilizar las IAs para que me ayudasen en la ilustración de mi juego de rol?
Y la respuesta es… un rotundo sí. Tras mucho trabajar con varias inteligencias artificiales y con ayuda de los restantes miembros del Estudio Aeria Gloris, hemos logrado superar el último escollo que impedía que el proyecto Aeria Gloris saliese del punto muerto donde había caído.
Por supuesto, tras mi afirmación de que la inteligencia artificial va a ser la que ilustrará Aeria Gloris, espero encontrarme con multitud de detractores a mi decisión. Lo sé, esto significa que promuevo que los dibujantes e ilustradores humanos pierdan su medio de trabajo. Y lamento que esto pueda afectar a muchas personas que se ganan su pan de cada día gracias a su esfuerzo. Pero, la causa de que este proyecto quedase casi totalmente parado fue debido a que carezco de la capacidad económica para poder dar de comer a todos los ilustradores que el proyecto Aeria Gloris requiere. Es decir, estábamos en un punto muerto, por un lado, el dinero que no se tiene, por otro que el proyecto requería de muchas ilustraciones, y de gente para crearlas que no se pueden permitir trabajar sin remuneración y por último que el mercado de los juegos de rol no estaba por la labor de invertir en un proyecto que lo único que tenía era cientos de página de texto y nada con que iluminarlo.
Tengo que reconocerlo, las IAs no son gratuitas. Tienen un coste, pero este coste, sí puedo asumirlo. Y de esta manera, mi sueño y mi mayor ilusión que es Aeria Gloris ya no tiene trabas, ahora solo queda volver a continuar con el trabajo que hace 20 años empecé.
Repito… ¡¡¡Aeria Gloris ha vuelto!!!