Como ya dije hace unos meses, Aeria Gloris es un sistema de rol creado para poder jugarse en
cualquier tipo de mundo, era o tiempo. Pero yo en mi vana presunción decidí
crear dos mundos que conviven tanto juntos como a la vez separados en el mismo
obre, Havendossfarat. Esta palabra
tan larga y rimbombante viene a significar en el idioma de los dioses dragón
paraíso primigenio.
Este orbe o planeta tiene un tamaño dos veces mayor de el
planeta tierra. A su vez su rotación es un poco más lenta haciendo que el día
dure unas treinta horas terrestres. A su vez se encuentra girando alrededor de
una estrella llamada Leviatán. Al
igual que Havendossfarat el Leviatán
es una estrella bastante más grande que nuestro Sol. Por lo que la distancia que dista de Havendossfarat es a su
vez cuatro veces mayor que la de la Tierra
al Sol. Esto hace que un ciclo de
traslación de Havendossfarat sea bastante
más largo, siendo un total de 670 días el año solar.
Esto significa que los habitantes de Havendossfarat tienen ciclo de vida casi el doble de largo que los
seres vivos de la Tierra.
El planeta Havendossfarat
se parece mucho en su composición a la Tierra.
Tres cuartas partes del planeta es agua, pero en el caso de Havendossfarat el porcentaje de agua
dulce es de un 10% de toda el agua. Debido a grandes lagos que cubren
extensiones llegando a parecer más mares interiores.
Havendossfarat cuenta con cinco grandes masas de tierra, la
más grande es Armagaladanan con una
extensión total de 100 millones de kilómetros cuadrados. Después viene el
continente de Dossfarat el cual
tiene una extensión total de 60 millones de kilómetros cuadrados más o menos a
lo que ocupan Europa y Asia juntas. El tercer continente es Mardkinaz con una extensión de 20
millones de kilómetros cuadrados el doble de Oceanía. Aun quedan dos pequeñas
masas de tierra que se encuentran situadas en los polos del planeta, el polo
norte o Joshkran con una extensión
de 7 millones de kilómetros cuadrados y el del polo sur o Sarkran con 15 millones de kilómetros cuadrados. Ambos continentes
están completamente cubiertos por el hielo y resultan casi inhabitables para
las criaturas vivas del planeta. Aunque se dice que en sus heladas superficies
habitan criaturas adaptadas a sus extremadamente bajas temperaturas.
Adicionalmente, existen cientos de islas pertenecientes a otro continente que
desapareció hace millones de años y que ahora se encuentra sumergido por los
océanos.
El continente de Dossfarat
ocupa en su mayor parte el hemisferio norte del planeta, aunque se extiende
hasta el ecuador del mismo y una pequeña parte del hemisferio sur. Esto hace
que el continente disfrute de casi todos los climas posibles dados en la tierra
en un solo continente. Desde las frías regiones septentrionales pasando por
climas mas templados a medida que nos acercamos al ecuador y hasta llegar a los
extremos más meridionales que aun se encuentran bastante alejados del frio polo
sur.
La orografía de Dossfarat
no es precisamente escarpada, si cuenta con muchas cadenas montañosas y pero podemos
afirmar es un continente no muy accidentado, aunque destacan la gran cadena
montañosa del Espinazo del Dragón que divide el continente en dos mitades. Separando
oriente de occidente, en esta gran cordillera se encuentra el Atlas, el pico más alto de Dossfarat con una altura de 5.768
metros de altura. Como ya he dicho, el Dossfarat
hace gala de más cadenas montañosas, pero ninguna de la magnitud y grandeza del
Espinazo del Dragón.
Dossfarat tiene
también tres grande desiertos, el más grande se encuentra en la región central,
se trata de uno desierto de arena que abarca la extensión de tres demarcaciones
(lo que llamaríamos países). Lo más
interesante es que en dichas demarcaciones se encuentran las minas de oro más
grande de todo el continente y de las que se extrae este preciado mineral. Este
desierto es conocido por el Rahamada,
el idioma proviene de una lengua muerta y puede ser traducido por “arenas
abrasadoras doradas”. A pesar de ser un desierto extraordinariamente
grande en él viven muchos pueblos nómadas, y la presencia de las grandes minas
de oro hacen que el imperio invierta cientos de recursos en mantener ciudades
prosperas y perfectamente pertrechadas de cualquier cosa que estas necesiten.
Además el desierto llega hasta el mar con lo que las principales rutas de
transporte del oro llevan hasta dos grandes ciudades portuarias que hacen la
vez de nodos de distribución y capitales de las demarcaciones.
Existe otro desierto más cercano al ecuador, este es un
desierto de rocas algo más pequeño que el gran desierto.
Y por último tenemos el desierto de hielo de las costas
septentrionales cercanas al polo norte. Es el segundo más grande de los desiertos
del continente. Este al contrario de sus otros hermanos, se trata de una gran
estepa cubierta perpetuamente por el hielo y la nieve, donde no sobrevive
apenas fauna ni vegetación.
El continente también cuenta con enormes extensiones de
bosques que en algunos casos casi comprenden varias demarcaciones.
El clima como ya se ha dicho comprende desde regiones
heladas septentrionales hasta climas tropicales. Aunque posiblemente los climas
más comunes sean continental y los que en la tierra diríamos mediterráneo.
Mientras de Dossfarat
ocupa el hemisferio norte, Armagaladanan
al ser mucho más grande abarca ambos hemisferios y Mardkinaz se encuentra en su totalidad en el hemisferio sur. Dossfarat y Armagalanan hace dos mil años eran un mismo continente pero tras el
advenimiento del hijo del Alma, Dásmatar y su lucha contra la acusadora dividió
el continente en dos, quedando entre ellos el océano conocido como Océano de
las Almas Perdidas. Y separando a
los dos continentes por una distancia de unos cinco mil kilómetros y es
infranqueable debido a las terribles tormentas que lo azotan continuamente, los
que han sobrevivido a la experiencia hablan de olas de más de cincuenta metros,
junto con vientos terribles y como el cielo se vuelve rojo como la sangre y
columnas de rayos rojos caen sobre la salada superficie del océano. Los relatos
más desquiciados hablan de que en esos momentos cuando las olas gigantescas se
yerguen sobre los barcos, en el agua se puede apreciar miles de rostros de
cuencas vacías que parecen gritar de dolor y cuando la ola rompe contra los
barcos los espíritus del mar se llevan a todo aquel que encuentran.
La única posibilidad de llegar a Armagaladanan es viajando hacia el oeste de Dossfarat pero aquí la distancia que los separa es de más de veinte
mil kilómetros con lo que el viaje resulta también casi imposible y pocos son
los valientes que se arriesgan a llevar a cabo tal aventura. Por suerte, el
continente de Mardkinaz se encuentra
situado en esta parte del orbe, aunque su existencia solo es conocida por
contadas personas de Dossfarat por
lo que aquellos que se adentran en ese viaje suelen ser ciertos escogidos.
Por supuesto los mares de Havendossfarat están repletos de islas, muchas tan grandes como
varias demarcaciones, pero no existen mapas sobre su localización y como viajar
hasta ellas.
Hasta aquí una pequeña muestra del orbe que es Havendossfarat. Con ello espero empezar
a dar a conocer este maravilloso mundo que mi mente (algo desquiciadilla) ha
creado.
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