martes, 24 de junio de 2014

Un breve resumen de los Saias



El mundo de Havendossfatar está poblado por infinidad de razas y criaturas todas ellas llenas de magia y misterios que las hacen extraordinariamente atractivas. Pero como en todo sistema o mundo de rol, encontramos la presencia de los seres humanos (una muestra obvia y clara de nuestra necesidad de protagonismo). En Aeria Gloris, los humanos ni se autodenominan ni son reconocidos por la palabra humano, en Aeria Gloris son llamados saia una palabra originaria de la lengua de los dioses dragones que significa hermano del padre.

Como en muchos otros sistemas los saia (o humanos) son posiblemente la raza más débil, o eso puede parecer en un principio a todo aquel que los contemple de manera superficial. Y la verdad es que entre todas las razas inteligentes de este universo los saia son los únicos que no destacan en nada pero a su vez tampoco parecen tener limitación para alcanzar los más altos objetivos o sueños.

La historia de los saia se remonta unos diez mil años AD (antes de Dásmatar). Aparecieron en Havendossfarat tras la era de la cicatrices. Cuando el mundo agonizaba de dolor y horror por la brutal guerra desencadenada entre los dioses dragón y que casi lleva a la absoluta destrucción del universo.

El Alma (el dios creador del universo de Aeria Gloris) contempló con horror como los hijos de Drago luchaban entre sí y en esta lucha sin sentido hubiesen erradicado la creación de El Alma. Viendo las consecuencias del casi ilimitado poder de los cuatro hijos de Drago y las terribles atrocidades que estos llegaron a cometer en su guerra por el poder absoluto. Los castigó condenándolos a unas prisiones de las cuales nunca podrían escapar, en ellas podrían hacer y deshacer a su voluntad, pero sin la posibilidad de poder afectar de nuevo a la realidad creada por El Alma. Por supuesto Drago, aceptó el destierro de sus hijos, pero como buen padre pidió clemencia para todos ellos, pues amaba a sus pequeños con casi igual devoción que amaba a su padre y creador El Alma.

El Alma se conmovió por el amor que Drago sentía hacia sus hijos, y le permitió la posibilidad de tener acceso a las prisiones de sus vástagos, aunque estos nunca podrían volver a la realidad. Si estas prisiones lograron o no su objetivo es otra historia de la que ya hablaremos más adelante, aunque cualquiera puede presuponer que no lograron su objetivo total.

Con el destierro de los dioses dragón, la realidad de nuevo quedó en equilibrio. Aunque muchas de las criaturas creadas por los dioses dragón hubieran sido incapaces de subsistir sin la esencia de su dios creador por lo que casi todas las criaturas dependientes de flujo vital de los dioses dragón los siguieron hasta el destierro quedando encerradas en la misma realidad que sus dioses.

Mientras todo esto sucedía, El Alma decepcionada con su hijo Drago por los terribles crímenes que sus pequeños habían realizado. Tuvo la intención de destruir la creación y con ello erradicar las cicatrices que la guerra de los dioses dragón habían dejado en la realidad. Pero en su infinita misericordia, El Alma sabía que las criaturas inocentes que poblaban la realidad no eran culpables y que mientras los cinco dioses dragóngobernaban la realidad todos aquellos que la habitaban estaban obligados a cumplir los designios de sus creadores.

Es por ello que El Alma deseo tener nuevos hijos, pero esta vez serían puros y no se verían influenciados por nada ni nadie, tendrían el mismo don que Drago, libre albedrío. Pero al contrario que el dios dragón padre, estas nuevas creaciones carecerían de total poder para alterar la realidad o crear nada que no fuese con sus propias manos. Y así nacieron los Saia, durante los mil años posteriores a la era de las cicatrices los saias poco a poco fueron poblando la faz de Havendossfarat.

Al principio fueron criaturas lamentables y primitivas, pues carecían de conocimiento y cultura. Con el paso de los siglos, se fueron reproduciendo y extendiéndose por el mundo. Pero como Havendossfarat ya estaba habitado por razas más inteligentes y poderosas, los saias pronto se convirtieron en animales esclavizados.  La mayoría de estas civilizaciones no se plantearon sobre el origen de esta nueva raza, ya que tras la guerra de los hermanos, el mundo aun estaba lleno de innumerables aberraciones y monstruosidades que asolaban regiones. Por lo que a los saia simplemente se los llegó a considerar una creación de alguna mente desquiciada que los tenía como animales de trabajo y que posiblemente había abandonado la realidad dejando tras de sí a sus ignorantes creaciones.

Por supuesto no todas las civilizaciones trataron a los saias como meros animales. Pero solo los inteligentes pucks comprendieron el potencial escondido en los primitivos saias. La historia habla de que un extraordinario puck cuyo nombre se ha perdido con el fluir del tiempo (la verdad es que se tiene clara constancia de su nombre y de sus logros académicos la babel en la que nació, trabajó y murió, pero nadie extraño a la babel tiene acceso a esta información), cayó por accidente en un valle donde se refugiaba una manada de saias. Los saias lo salvaron y lo cuidaron hasta que se reestableció de sus heridas, fue entonces cuando empezó a pensar que esta especie de monos pelones podía ser más inteligente de lo que parecía. Además como estuvo en su primitivo entorno de vida, empezó a ver que esos animales eran capaces de hacer uso de burdas herramientas, e incluso parecían que se comunicaban por la voz.

Cuando el puck logró regresar a su babel, comunicó sus descubrimientos las academias y solicitó un permiso para volver y poder estudiar las extrañas características de los monos pelones. Por supuesto, un descubrimiento tan insólito obtuvo permiso para llevar a cabo las investigaciones oportunas y de este modo ampliar el saber de la babel. Así que esta vez volvió al valle, aunque ahora perfectamente pertrechado y con un grupo de aprendices que le ayudarían en la extraordinaria labor de estudio.

Durante los siguientes cincuenta años, los pucks empezaron a tener relación con esta manada de saias. Y lo que en un principio simplemente era una labor de estudio fue volviéndose poco a poco en una relación de enseñanza. Los pucks descubrieron que los mono pelones tenían una abrumadora capacidad de aprendizaje, y en poco tiempo lograron que aprendiesen a comunicarse por medio de un idioma sencillo. Después les empezaron a enseñar conocimientos básicos de agricultura, ganadería, pesca. Con ello, esta manada pronto dejó de ser primitiva para comenzar a crear un sociedad de seres inteligentes. Los pucks comprendieron que no se trataba de animales muy inteligentes, sino de seres inteligentes y racionales en un estado primitivo.

Siguiendo los preceptos de que el conocimiento y la inteligencia es el mayor tesoro que existe, estos puck fueron enseñando a los saias todo lo que les permitiese vivir de manera digna y autosuficiente, aunque siempre de manera lenta y evitando que pudiesen hacer mal uso de los conocimientos otorgados.

Por desgracia, tras un siglo de enseñanzas y estudio, a estas alturas ya por ambas partes, los puck llegaron al plazo máximo de tiempo que tenían otorgado para este proyecto y regresaron a su babel, no sin antes ofrecer la posibilidad a los cinco hombres y cinco mujeres más inteligentes del poblado que les acompañasen hasta la babel para que continuasen sus estudios y además enseñasen a la sociedad de los puck la existencia de una nueva raza inteligente.

Así los diez elegidos viajaron a los cielos y fueron educados en las grandes universidades puck. Pero como todo ser racional e inteligente, se sentían fuera de su lugar, especialmente porque no lograban ser aceptados como iguales, y eran más considerados como sujetos de examen que como seres racionales. 

La babel que descubrió que los saias era una raza inteligente creo un proyecto de educación para el primer poblado saia descubierto. Así que cada veinte años, cuando la babel se situaba sobre el poblado saia, veinte saias escogidos por su inteligencia podían pasar diez años en la babel adquiriendo conocimientos para mejorar la vida de su poblado. Así poco a poco empezó a florecer la primera sociedad saia tutelada por los sabios pucks.

Pero el conocimiento trajo que estos saias descubriesen que existían más congéneres suyos que vivían como animales, esclavizados, maltratados y sometidos por la mayoría de las sociedades, reinos e imperios que dominaban Havendossfarat. Por lo que se crearon grupos de rescate para tratar de liberar y recoger a todos los saias que se pudiese. Esta altruista idea, en un principio pareció funcionar mientras se rescataba a saias de reinos menores o simplemente se recogia a saias salvajes. Pero cuando se empezó a liberar saias esclavos de poderosos reinos shirl o angrock conllevó la inevitable guerra.

Los saias, gracias a los avanzadísimos conocimientos que los pucks les habían facilitado fueron capaces de hacer frente a los enemigos, pero no imaginaron que sus maestros al contemplar el atroz uso que daban a sus enseñanzas, se alzaron en cólera contra sus protegidos y ellos mismos destruyeron todo el valle de los saia como represalia por el inadecuado uso de sus conocimientos. Además se condenó a los veinte estudiantes de aquella época a la pena máxima, morir al ser arrojados al vacío desde la babel.

Por suerte, no todos los pucks estaban de acuerdo con tan castigo, tanto el impartido a la ciudad de los saia como a los veinte estudiantes. Y estos fueron llevados a tierra la noche antes de la ejecución, y dejados en libertad.

A pesar de la destrucción total de la primera y más floreciente ciudad saia, muchos saias lograron escapar a este aciago destino, y vagabundearon por el mundo. Algunos simplemente se limitaron a sobrevivir y tratar de no llamar la atención. Pero otros, deseaban liberar a sus hermanos y darles el regalo de la sabiduría, y como la semilla que los pucks plantaron ya había germinado, pronto los saias comenzaron a tener conciencia de su existencia y dejar atrás su pasado como animales.

La historia de los saias es larga y llena de grandes logros, grandes desastres e infinidad de atrocidades y guerras. Lo cierto es que tras diez mil años de historia, los saia son la raza más poderosa de todo Havendossfarat, dominan completamente el continente de Dossfarat, bajo el poder del imperio Dasmatiano. Armagaladanan está poblado por cientos de reinos saias y el tercer continente; Mardkinaz. Solo la población saia es capaz de resistir con éxito la corrupción de la oscuridad que impregna las almas de todas las razas del continente de Las Lágrimas de la Oscuridad.

Ya que a fin de cuentas demostrando que los hermanos de Drago son criaturas extraordinarias.

Como en la realidad, los saias tienen diferentes variedades raciales, que realmente solo las diferencian entre sí, por el color de la piel, de los cabello, de los ojos y poco más. Biológicamente hablando las cinco variedades raciales son exactamente iguales y por ello totalmente compatibles para procrear entre ellas.  Al contrario que en la mayoría de mundos de fantasía, las razas de Aeria Gloris son incompatibles biológicamente, es decir, ningun saia puede procrear con otra raza, ni viceversa. Existen los mestizos pero la razón de su existencia es mágica y hablaremos detalladamente de ellos en otro momento, baste decir que se los conoce como esaias y solo se dan entre los saia, ninguna otra raza de Aeria Gloris tiene mestizos.

Siguiendo con las variantes raciales saia, existen cinco ramas principales y multitud de ramas mestizas dadas de la unión entre congéneres pertenecientes a las cinco ramas principales.

Vamos a hablar sobre ellas siguiendo un orden alfabético, por lo que empezaremos por los Aeianos.

Los Aeianos

Como todos los saias tienen los mismos potenciales físicos y mentales (sus límites solo están influenciados por la cultura de la sociedad en la que nacen) es por ello que solo hablaremos de las diferencias de piel, en el caso de los aeianos se trata de saias de piel blanca lechosa. Suelen vivir en regiones donde la ganadería y la caza predominan por encima de las agricultura, con lo que el elevado consumo de proteínas les hace ser bastante altos Por lo que la altura media de un aeiano ronda entre el 1,70 al 1,90 metros de altura, aunque no es de extrañar que en algunos casos lleguen a los 2 metros. Son de complexión robusta y bastante musculosos con lo que no es de extrañar que un Aeiano bien desarrollado llegue a pesar los 100 kilogramos. Mientras que las mujeres son algo más bajas entre 1, 60 y el 1,70 de altura, nunca superando 70 kg. Y al igual que los hombres, también demuestran tener una complexión más grande aunque mucho más estilizada que la de los varones y su piel también tiende a ser más clara. El pelo de los aeianos suele comprender entre rubios plateados (casi blancos en algunos casos), rubios dorados o cobrizos y en muy contadas ocasiones tonos oscuros (en estos casos, debido principalmente a la presencia de genes de las otras etnias saia en el individuo aeiano). Lo mismo sucede con el color de los ojos de los aeianos, suele cubrir todo el espectro de tonalidades claras, desde azules hasta verdes o grises y al igual que con el pelo se encuentran algunas excepciones de tonos oscuros.

Los Ceforianos

La piel de los ceforianos es oscura, desde tonos marrones claro hasta llegar a tonalidades tan oscuras que casi son tan negras como la noche. Otro de los rasgos de esta variante racial es su elevada estatura, pues entre ellos se encuentran los saias más altos. Los ceforianos tienen un amplio margen de estaturas, aunque la media suele abarcar desde el 1,75 a 2 metros. Aunque no es extraño encontrar entre ellos alguno que llegue con soltura a 2,10 metros de altura. Las mujeres al igual que los varones también son sorprendentemente altas, teniendo una media de 1,70 a 1,80. Y en algunos casos aislados se han encontrado mujeres ceforianas que superaban el 1,90 m de altura. La complexión de los varones ceforianos es igual o más musculosa que los aeianos, aunque a medida que ganan altura se vuelven más estilizados. Las féminas, son mucho más ligeras y de complexión más delicada. Aunque tanto hombres como mujeres tienden a engordar con facilidad y la obesidad es patente en la madurez y vejez de aquellos que llevan una vida confortable y disoluta. Aunque un ceforiano saludable suele pesar los 100 kg. sin problemas y sin importar su estatura, las mujeres nunca superan 60 kg. Aunque como en la madurez tienden a engordar tampoco es de extrañar que superen en 20 o 30 kilos su peso ideal.

El pelo de los ceforianos suele ir desde castaños a negro azabache, tanto en la etnia principal como en los mestizos siempre predomina el pelo oscuro a pesar de que uno de los progenitores sea de una variante racial con tonos claros. Los ojos también suele ir del marrón al negro y también predominan sobre genes de otras variantes con tonos claros.

Los Dorianos

La etnia doriana comprende a saias algo más bajos que los aeianos y ceforianos. La estatura media ronda entre el 1,50 y el 1,75, aunque la presencia de genes de otras variantes raciales ha dado como resultado la presencia de dorianos que llegan a medir el 1,80 o 1,90 metros, pero solo en contadas ocasiones y normalmente es un rasgo común en toda la familia del doriano en cuestión. Como en todas las variantes raciales saia, la mujer doriana es más baja y ligera que su compañero. Ellas suelen medir entre 1,50 y el 1,60.  Sin embargo, los dorianos son una variante racial bastante fuerte y musculosa, aunque como no son muy altos, no suelen superar los 90 kg en los varones y los 60 kg en las mujeres.

El color de la piel de los doianos va desde los tonos claros parecidos a los aeianos hasta tonos dorados y oliváceos según la exposición que tengan a la luz del leviatan (el sol de Havendossfartat). Ellas suelen compartir tono de piel aunque ligeramente más claros. Con respecto al color del pelo, los dorianos abarcan todo el espectro de color que puede encontrarse en los saia. Desde tonos rubios plateados, pasando por dorados y cobrizos, castaños y negros. Y el color de sus ojos tampoco está limitado, azules, verdes, marrones, negros, dorados y grises son completamente comunes entre los saias pertenecientes a esta etnia.

Los Sherianos

Esta étnia racial tiene un rasgo que los diferencia de las restantes etnias, sus ojos extremadamente rasgados. Por norma general los sherianos son de complexíon bastante delgada y posiblemente predominen los individuos de más baja estatura entre todas las variantes saia. Por norma general los varones suelen medir entre el 1,50 y el 1,60 de altura y ellas entre 1, 45 y el 1,60.  Pero también es cierto que en esta etnia se pueden encontrar las excepciones más sobresalientes y donde se han visto saias de mayor altura, alguno han llegado a superar 2,20 metros de altura, aunque son casos muy aislados.

El color de la piel de los sherianos va desde tonos dorados a oliváceos, en la mujeres se aprecia tonalidades ligeramente más claras. El color de los ojos y pelo, sucede lo mismo que con los aeianos, abarcan tonalidades de marrones y negros, aunque en el caso de los sherianos no es raro encontrar castaños claros y en algunos descendientes de mestizos pueden hacer gala de ojos claros o pelo rubio o cobrizo, aunque de nuevo son casos aislados y poco comunes.

Los Silianos

La última de las etnias principales de los saia. Comparten muchos de los rasgos de los dorianos, tanto en altura como en complexión física. Ellos suelen medir entre 1,50 a 1,75 metros de altura y ellas 1,50 y 1,60. De pesos semejantes a los dorianos, lo único que los diferencia es que su piel puede tener tonalidades más oscuras, marrones oscuros en casos muy contados, aunque el marrón claro es algo más común.  El pelo, suele ser también con tonos castaños y negro. Al igual que sucede con los ojos que van de marrón a negro. Pero en esta variante racial no es extraño encontrar individuos con ojos de tonos claros, ya que abundan los que tienen ojos grises, verdes o azules. Pero si resulta más extraño encontrar miembros con el pelo claro, esos casos si son contados.

Estas son las cinco ramas raciales principales de la raza de los saia (humanos en Aeria Gloris). Como ya he dicho, no existe diferencias biológicas entre ellos y la única razón para el racismo o la xenofobia es meramente social y cultural. La demostración que todos pertenecen a la misma raza es que pueden procrear entre ellos sin incompatibilidad ninguna, lo cual demuestra que todos son saias y hermanos de raza.